Business Coaching para mujeres líderes: por qué es más importante que nunca

Según el informe del Observatorio de Diversidad y Tendencias, se destaca que desde 2019, España ha realizado un considerable avance, incrementando en un 5,4% la representación de mujeres en comités ejecutivos. Las mujeres han dado grandes pasos en los negocios y están demostrando su talento y sus capacidades: la pasión, la ambición, combinadas con un cambio general de actitud, están impulsando este cambio y abriendo nuevas y emocionantes perspectivas para mujeres en posiciones de liderazgo. Herramientas como el business coaching para mujeres líderes sin duda han ayudado también.

Sin embargo, en medio de todo este éxito y futuro prometedor, persisten algunos problemas fundamentales entre los que destacan: brechas de género, falta de igualdad de oportunidades y una cultura laboral dominada por los hombres. El Business Coaching para mujeres líderes responde a la necesidad de proporcionar apoyo especial y empoderamiento a las mujeres en un entorno competitivo.

Este artículo analiza la importancia del Business Coaching para líderes femeninas y trabajadoras en general; explora cómo superar las barreras de género, fortalecer las skills de liderazgo de las mujeres y allanar el camino hacia un futuro laboral más exitoso y equitativo.

Retos para las mujeres en el mundo empresarial

Si observamos la situación actual, está claro que aún estamos lejos de alcanzar nuestros objetivos. Según un estudio de la McKinsey & Company, sólo 6 de cada 100 CEOs son mujeres en la empresa en España y solo un 17% de mujeres tienen un cargo directivo que reporta a la dirección general, mientras que sólo el 3% de las 500 mayores empresas del mundo tienen una mujer en la cúpula. Aunque es indudable que las mujeres están ascendiendo en el mundo laboral, siguen enfrentándose a retos concretos que complican su camino.

Cuatro de los retos más destacables son los siguientes;

• Equilibrar familia y trabajo

Conciliar las aspiraciones profesionales con las responsabilidades familiares es algo especialmente delicado para las mujeres; a pesar de los cambios experimentados en las últimas décadas, las mujeres siguen sintiendo que es su deber ocuparse de los niños y del hogar; algunas porque quieren, otras porque sencillamente no tienen alternativa. Para realizarse profesional y personalmente, una mujer debe ser capaz de conciliar la vida laboral y familiar, lo que puede dificultar aún más llegar a la cima.

• Síndrome del impostor y subestimación

En ocasiones las mujeres son más propensas a dudar de sí mismas y a sentir que no son lo bastante buenas incluso cuando su rendimiento es bueno. El denominado Síndrome del Impostor puede llevar a las mujeres a subestimar sus propias capacidades y a frenarse innecesariamente. Eva Rimbau, profesora de Recursos Humanos de la UOC señala en una entrevista al medio Equipos y Talento que las mujeres en muchas ocasiones tienen una preferencia menor para ocupar cargos directivos o con poder que los hombres. Afirma que las mujeres en muchas ocasiones prefieren puestos que les permitan conciliar mejor.

• Normas específicas de sectores y falta de visibilidad

En sectores con culturas empresariales tradicionalmente dominadas por los hombres, las trabajadoras pueden encontrarse con prejuicios y estereotipos que dificultan su desarrollo profesional. Esto no sólo es evidente a la hora de ocupar puestos directivos, sino también en el trabajo diario: puede dificultar a las mujeres mostrar eficazmente sus logros y cualificaciones, lo que a su vez puede limitar sus oportunidades de promoción profesional y provocar frustración.

• Falta de «network»

La importancia del networking y las relaciones en la vida profesional es indiscutible: los contactos y el amiguismo suelen desempeñar un papel crucial en la trayectoria profesional de una persona. Pero dado que los hombres siguen ocupando la mayoría de los puestos clave, también tienen redes de contactos mejor establecidas, lo que complica a las mujeres establecer relaciones influyentes que puedan ayudarlas a navegar por el mundo empresarial.

Aunque las cosas están cambiando socialmente, y con la diversidad laboral presionando a los responsables de Recursos Humanos, todavía queda mucho por hacer en términos de igualdad de género en el liderazgo en todo el mundo. En Alemania, por ejemplo, la cuota de representación para las mujeres está en vigor desde 2016, y aunque ha aumentado la proporción de mujeres en los consejos de supervisión, el nivel de mujeres sigue sin verse afectado en gran medida por esta normativa. Annika Deutsch opina: «A este paso, probablemente dentro de 40 años seguiremos hablando de desigualdad en los órganos de dirección».

Todo esto demuestra que el tejido empresarial sigue a la espera de visionarios y agentes del cambio que asuman estos retos y den paso por fin a una era de igualdad de oportunidades. No obstante estos retos no son imposibles de superar. A través de herramientas como el Business Coaching y estrategias específicas, pueden superarse.