¿Puede una brisca resolver el debate del trabajo remoto?

Apenas dos semanas después de que el mensaje de Elon Musk sobre la necesidad de que los empleados vuelvan a la oficina se hiciera viral y desatara debates en el mundo de los Recursos Humanos y la Formación, empezaron a circular rumores de que Microsoft estaba probando juegos para su plataforma de Microsoft Teams. Con el fin de hacer más inmersiva la experiencia de las reuniones virtuales.

Aunque todavía no hay un anuncio oficial por parte de la compañía, la introducción de juegos en Microsoft Teams está relacionada con su visión de crear espacios virtuales donde los empleados puedan relacionarse y socializar. Esta metodología parte de la necesidad de aprovechar el Metaverso, algo que la compañía anunció en noviembre de 2021.

Si dos de las principales empresas tecnológicas del mundo parecen tener visiones muy diferentes del futuro del trabajo, ¿cómo no van a tener dudas los profesionales de RRHH y L&D? ¿Un cinquillo mejorará realmente el espíritu de equipo? ¿O se trata de una distracción más en una época de fatiga digital?

Decidimos realizar una breve encuesta en LinkedIn a nuestra audiencia de más de 29.000 profesionales de RRHH y L&D, y las opiniones están divididas. Mientras que algunos no están seguros de qué pensar, la mayoría lo ve como una acción positiva (52%). Sin embargo, el 29% de los encuestados cree que estos juegos integrados en Microsoft Teams causarán más distracción.

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Mirando más allá del comunicado filtrado o de los futuros juegos de Microsoft Teams, estas dos perspectivas tan opuestas derivan del mismo problema: la experiencia de trabajo virtual sigue siendo deficiente.

De hecho, los datos muestran que los nuevos contratados que se incorporaron a una empresa durante la pandemia tienen un 20% menos de probabilidades de adherirse a la cultura y visión corporativa. Esto afecta significativamente a la integración, al sentimiento de pertenencia y al espíritu de equipo.

Dado que el trabajo híbrido ha llegado para quedarse, cada vez es más necesario llenar las lagunas que quedan en la experiencia de los empleados. En la carrera hacia la excelencia operativa, las organizaciones necesitan realizar cambios que aumenten el rendimiento, mejoren las relaciones laborales y ayuden a los equipos a favorecer ese sentimiento.

A menudo, los cambios más pequeños en las rutinas diarias son los que tienen un mayor impacto a largo plazo.

Con plantillas internacionales trabajando desde diferentes oficinas y lugares del mundo, en Speexx también nos hemos enfrentado a este reto. Por ello, a continuación presentamos algunas medidas sencillas que hemos puesto en práctica en nuestra propia plantilla:

Empieza acordando que las reuniones duren un máximo de 50 minutos. Esto garantiza que incluso los empleados más ocupados tengan un descanso entre reuniones. Pudiendo incluso alejarse unos minutos de la pantalla y tomar un café. Permitir un tiempo de descanso suficiente entre reuniones consecutivas facilita que se respete el horario de cada uno.

Es fácil distraerse durante una reunión, así que asegúrate de establecer un objetivo claro antes de enviar la invitación. Añade siempre el objetivo en la convocatoria de la reunión, para que los participantes se preparen antes y la llamada sea más eficaz.

Una vez que tengas el objetivo y estés preparado para la reunión, es el momento de centrarte en el tema a tratar. Llevar un orden del día de la reunión y confeccionar una lista de próximos pasos a seguir es fundamental para que nadie tenga la sensación de que la reunión podría haber sido un mail.

La mejor práctica para las reuniones virtuales es que los participantes tengan siempre las cámaras encendidas. Sin embargo, hay situaciones en las que no sea posible. Pero, en lugar de quedarte a oscuras, sé transparente con tus compañeros. Hazles saber que esta vez estás más cómodo con la cámara apagada.

A pesar de que esto debería ser siempre una excepción. Ver a tus compañeros, aunque sea a través de la pantalla, hará que os sintáis más cercanos. Así como facilitareis a la comunicación al equipo.

Utilizar herramientas de colaboración es clave. Un ejemplo son las pizarras virtuales para reuniones de desarrollo de ideas o de actividades de colaboración. Pero hay muchas otras herramientas disponibles y específicamente diseñadas para mejorar estos entornos de trabajo híbridos.

Una de las ventajas de estas herramientas colaborativas es que animan a los participantes introvertidos a aportar sus ideas sin sentir presión.

También es una buena idea dar unos minutos con cámaras y micrófonos apagados para hacer lluvia de ideas individuales y luego volver, quitando la presión y dejando que fluya la inspiración.

La aplicación de estos cambios y la responsabilidad de todos mejorarán la experiencia en las reuniones virtuales. Los colaboradores se sentirán más respetados, conectados y seguros de alcanzar la excelencia operativa juntos. Al final, puede que ni sea necesario echarse un cinquillo antes de debatir un presupuesto.