El empleado, en el centro

Entrevista con Andreas Urban, Director de Servicios Globales en Speexx

La transformación digital ha supuesto un cambio radical en el modo en el que los empleados perciben la formación. Lo que un día fuese un «punto débil» se ha convertido en la actualidad en una necesidad para garantizar el acceso al mercado laboral. Los alumnos modernos están ávidos de conocimientos y están tomando el poder sobre sus propios programas de formación. Sin embargo, ¿cómo podemos conseguir que se sientan satisfechos?

En el mundo de la formación está surgiendo una tendencia: el enfoque «centrado en el usuario», también llamado «experiencia colaborativa». ¿Qué puedes contarnos al respecto?

La idea del enfoque centrado en el usuario se deriva del entorno actual del usuario y del hecho de que dispone de distintas dispositivos conectados, como ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, etc., que puede utilizar para crear una interfaz de usuario centralizada. El modo en el que usa estas herramientas tiende a cambiar su comportamiento. Ahora espera desempeñar una función activa en el contenido que consume, y esto se aplica igualmente a su formación. Por ejemplo, podemos comparar el consumo de aprendizaje con la experiencia de Netflix, en el sentido de que uno elige qué quiere ver.

El segundo motivo para desarrollar la experiencia del usuario es que las empresas proponen desarrollos profesionales en torno a un proyecto o de forma horizontal, en lugar de basarse en una trayectoria vertical. Dicho de otro modo, el aprendizaje puede tener lugar en el contexto de un proyecto o mejorar competencias que se necesitan de inmediato. Esto implica también que la formación debe personalizarse para adaptarse al contexto específico de la necesidad que pretende abordarse. Esto es algo fundamental en el enfoque «centrado en el usuario».

Más información sobre el enfoque de la formación corporativa centrada en el usuario en nuestro White Paper titulado El empleado, en el centro.

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¿Cómo se consigue esta personalización?

La base sería investigar las necesidades de formación específicas del personal. También debemos preguntarnos cuáles son sus objetivos, a qué desafíos se enfrenta en su trabajo diario, y también cuáles son sus preferencias en términos de metodología. Por otra parte, es preciso identificar el nivel de conocimiento que domina el empleado y qué debe mejorarse de acuerdo con las exigencias del puesto de trabajo. Tomando como ejemplo a una empleada que deba desarrollar su trabajo en inglés, tendremos que preguntarnos si es capaz de hacer una presentación en una reunión o comunicarse por escrito.

En ese caso, cuanta más información se tenga sobre el usuario, más personalizable será en el futuro, ¿cierto?

En efecto, puesto que existe una demanda real por parte de los usuarios y las empresas, precisamente debido al cambio de comportamiento que hemos comentado antes. Sin embargo, estas tendencias también se derivan de las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial (IA), que desarrolla algoritmos para ayudar a los sistemas a anticiparse a las necesidades y deseos de los usuarios. Por estos motivos, la personalización se convertirá en el punto de partida de la formación. Los métodos de aprendizaje se adaptarán a los temas que interesen a los usuarios, pero también al modo en el que estos quieran estudiar. Algunos preferirán las clases virtuales, mientras que otros se decantarán por la comunicación mediante chatbot.

¿Cómo adopta Speexx este enfoque centrado en el usuario?

Estamos especializados en mejorar las competencias lingüísticas y comunicativas, incluyendo el inglés, francés, español, alemán e italiano. Intentamos crear el entorno de formación más personalizado posible. En primer lugar, ofrecemos una evaluación online para que el usuario determine cuál es su nivel y cuáles son sus expectativas. Esto nos permite identificar las carencias en función de sus necesidades profesionales. Basándonos en este análisis, proponemos un programa y una serie de contenidos adaptados a sus objetivos, profesión y sector, así como a su disponibilidad.

Con nosotros, la formación se puede decantar en dos vías: “macro Learning” o “micro learning”. Ofrecemos, por ejemplo, que el usuario debe alcanzar un nivel superior, lo que se denomina macro learning, o nos centramos en una competencia específica que debe mejorarse para destacar en su nivel actual, a través del micro learning. Hoy en día, todo el mundo practica este último método diariamente. Si queremos saber algo, buscamos la respuesta en Google. Lo verdaderamente innovador de nuestra solución es que ponemos a disposición de nuestros alumnos profesores que les ofrecen respuestas concretas a preguntas específicas, por ejemplo, para la traducción de un término que deben utilizar durante una presentación. Y están disponibles las 24 horas del día. Llamamos a este servicio «coaching del alumno» o soporte permanente.